Europa y Estados Unidos comparten la misma cultura occidental con unos valores similares como pueden ser la democracia representativa, la separación de poderes y el respeto a la ley. Lo que no quita que haya importantes diferencias, una de ellas es la ausencia en EEUU de un sistema universal de salud.

A pesar de que, desde el punto de vista europeo, pueda parecer algo difícil de entender, lo cierto es que un simple repaso a la historia estadounidense ayuda a comprender por qué no existe en aquel país un sistema nacional de salud.

 

¿Por qué Estados Unidos no tiene sanidad pública universal?

 

  • Diferencias culturales: EEUU nació como una nación de inmigrantes con espíritu emprendedor que, desde la costa este fueron hacia el oeste luchando con la naturaleza y las tribus nativas. Así se potenció un individualismo que continúa muy presente en la sociedad. Una de las consecuencias del individualismo es la desconfianza en la autoridad y, por ende, en el gobierno.
  • Aseguradoras privadas: el país cuenta con un importante número compañías aseguradoras que no comparten la idea de un sistema público de salud. De acuerdo con Reuters, en 2019 la industria de la salud en EEUU invirtió 30 000 millones de dólares en marketing.

 

 

  • American Medical Association (AMA) -Asociación Médica Americana-: se ha opuesto de manera histórica a un sistema público nacional de salud.
  • II Guerra Mundial: tras el conflicto (1939-1945) Europa quedó destruida y en bancarrota, mientras que la economía estadounidense se convertía en la mayor del mundo. La precaria situación europea propició que los gobiernos apostasen por la sanidad pública, lo que no se consideró necesario en la rica sociedad estadounidense.
  • Inercia: el ser humano es, por lo general, contrario al cambio. Para instaurar en EEUU un servicio nacional de salud sería necesario superar multitud de barreras, desde legislativas hasta de usos y costumbres.

 

 

10 apuntes sobre el sistema de salud en EEUU:

 

  1. En 1965 se instauraron dos programadas de seguros de salud gubernamentales: Medicare (en especial para personas mayores de 65 años) y Medicaid (sobre todo para personas de pocos recursos económicos).
  2. En 2010, bajo la presidencia de Barack Obama, se implementó el Affordable Care Act (ACA), que propició que los seguros sanitarios alcanzasen a más personas, aunque el sistema cuenta con un buen número de detractores.
  3. Estados Unidos gasta alrededor del 17% del PIB en sanidad, más que cualquier otro país avanzado.
  4. El mercado sanitario está valorado en unos 1,3 billones de euros.
  5. La población de EEUU es de 340 millones, de los que unos 27 millones carece de ningún tipo de seguro médico.
  6. El 54% de la población tiene el seguro de salud a través de la empresa en la que trabaja, aunque en este caso a menudo el trabajador debe pagar una parte.
  7. Datos de la OCDE ponen de manifiesto que la ratio de impuesto por PIB es mucho más alta en el UE que en EEUU, en parte porque en Europa hay que financiar una sanidad universal.
  8. El coste sanitario en EEUU es más caro que en Europa: consultas médicas, hospitalizaciones, medicinas y tratamientos.
  9. El método estadounidense, al ser básicamente privado, suele tener tiempos de espera más cortos que en Europa.
  10. Estados Unidos es un líder mundial en investigación médica y suele adoptar nuevos tratamientos con más rapidez que en Europa. Por ejemplo, lidera campos como el tratamiento del cáncer, la cirugía cardiaca y el trasplante de órganos. La mayoría de las vacunas y tratamientos para, por ejemplo, combatir el sida o el Covid nacieron en laboratorios estadounidenses.